La proporción de relatividad con que el hombre actúa sobre la vida es enorme. Puede decirse con plena seguridad y sin miedo a equivocarse que el hombre opina y actúa relativizándolo todo. No hay otro modo para que el hombre esté provocado a decir “esta es mi opinión, éste es mi punto de vista”. Debido a que cada opinión es proporcional a un contexto determinado y se sitúa en contra de otra opinión, se vuelve relativa, en un sueño del sujeto que opina.
Leí en Las enseñanzas de Don Juan una anécdota preciosa que Juan Matus le contó a Carlos Castaneda para ilustrar la veracidad de la relatividad del mundo. Le dijo: “Si miras con atención aquí en la tribu te darás cuenta que en presencia física casi todos somos iguales y no diferimos en mucho, pero cuando empezamos a opinar sobre algo entonces la diferencia es mucha. Y todo porque el grado de alucinación varía de un individuo a otro. Viene uno y dice el caballo que está en el establo es grande y hermoso; otro que es pequeño y feo; y otro asegura que no es un caballo, sino un mulo”.
La relatividad de la opinión depende del grado de la experiencia vivida. A menor grado de experiencias vividas mayor es la relatividad de la opinión. Juan Matus le espetó a Castaneda en una ocasión que todas sus preguntas eran relativas al hecho de la experiencia espiritual. Castaneda poseía la teoría del conocimiento espiritual, pero Juan Matus le decía constantemente: “No tienes la experiencia del hecho”. Por eso sus preguntas y opiniones eran relativas al crecimiento espiritual.
Idamanda (protagonista de la novela Erótica), que conoce El Hecho, que forma parte de su vida intrínseca, sólo puede decir cosas acerca del Hecho; no puede decir El Hecho. Eso es imposible. Pero intenta decir algo sobre El Hecho, sobre lo que es el crecimiento espiritual. Ese “algo” es relativo al Hecho en cuestión y entra en el poder de compresión del interlocutor. El Hecho en sí mismo no puede ser comunicado, pero sí algo relativo a él. Entonces en el contexto en que se dice algo del Hecho encuentra significado en variadas opiniones. Por eso he visto decir: “Yo opino de lo que dice Idamanda”. Y entonces cada cual se hace una opinión, puede ofrecer un comentario porque no conoce la naturaleza existencial del Hecho. Esta es la naturaleza de la poesía. Las opiniones surgen debido a que la poesía no ha colmado la existencia del ser.
Lo mismo pasa con el Poeta en Actos. Habla acerca de la poesía e inevitablemente produce el contexto para la relatividad de la opinión. Como si se tratase de una teoría sobre la poesía. El significado de la palabra poesía contiene el juego de las opiniones. Si no se es un poeta en el sentido existencial, El Hecho de la poesía no será conocido. Seguirá formando parte de la relatividad de este mundo.